Invictus es la palabra latina para invicto, siempre victorioso. Con ese nombre ha nacido el último retoño del diseñador hispano-francés, de tan solo un año de vida.

El perfume se nutre de la mitología griega y romana como inspiración principal para su imaginario. Los juegos olímpicos – que nacieron en Grecia – son el prototipo de evento deportivo con una larga historia y tradición de más de dos mil años.

La corona de laurel se colocaba al vencedor y también a los césares en la antigua Roma. Poder y victoria a través de símbolos de la antigüedad clásica.

Los estándares son altos, como en una competición de gran nivel. Poder, energía y dinamismo son tres de las ideas que componen el corazón de esta eau de toilette.

Basándose en ello, Paco Rabanne reunió a un amplio equipo de famosos creadores perfumistas para lograr una fragancia campeona: Olivier Polge, Dominique Ropion, Anne Flipo y Véronique Nyberg.

El resultado final es un perfume con dos contrastes muy bien marcados que según Rabanne crean la esencia de la virilidad contemporánea. Por una parte resulta fresco, y por la otra pretende transmitir energía y confianza.